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lunes, 27 de diciembre de 2010

Déjala, es ELLA

Rechinan, rechinan...
Como si se oxidaran los dientes
Un ladrido adolescente, de aquellas malas épocas
El dolor de las calles vacías empiezan
Es medianoche, está húmedo... rechinan
El poste del frente parpadea por el ruido
Mujer, es tarde, para por un momento
Se desgarra la lengua entre los dientes
Y la ciudad se encoge en el luto
Casas, autos, basureros, postes defectuosos
Rechinan... las rejas tiemblan esta noche por esa boca
Casi no queda maquillaje en el ardor de sus ojos
Nadie se atreve a salir de sus hogares
Lo perdió
Madrugada de silencio para cada miembro de la ciudad
Se escuchan los gritos de dolor hasta el bosque limítrofe
Y las hojas tiemblan por esos dientes
Gatos se deslizan entre callejones oscuros esquivando el llanto
Santa verdad, santa mentira, hasta las campanas de la iglesia se callan
El por qué no basta, cualquier objeto, cualquier insecto comprende su dolor
Rechinan y rechinan mientras se ahoga en la ropa de sus hombros
Porque lo perdió, y nadie puede reponer esa pérdida
Aquella mujer, la de ésta medianoche
Poco sucede, pero todos la sentimos
Por eso callamos, por eso mismo no hay de qué apenarse
Nada más el silencio es quién puede acompañarla
Se apagó el poste
Sucede que se le acabaron los dientes y se quedó dormida... rechinan

El Alicurco

lunes, 6 de diciembre de 2010

Costras ancianas

Dejamos de ser niños cuando encaramos la nostalgia
Cuando la pelota descuerada del barrio empezó a girar a nuestras espaldas
Y dejamos de ver costras en los codos
Quedaron atrás los juegos seguros de manos y dientes
Llegó el día de las cicatrices
Vinieron pestes polares de deseos y carne
Las canas dan suspiro a los que todavía corren detrás de esa pelota
Hay quienes viven todavía calles del barrio embotelladas en recuerdos
Otros siguen persiguiendo con enojo aquel golpe que le deben en la nariz
Incluyendo a los viejos celosos de las plazas que lamentan sus mañanas
Sin olvidar a aquellos que aún viven sin bastón
Añejos recuerdos nos dejan las heridas rojas de infancia
Y el enfrentamiento del tiempo se vive con arrugas al momento de crecer

El Alicurco

sábado, 4 de diciembre de 2010

Inquilinos detestables

No toleraré que las mandíbulas de todos mis recuerdos me desgarren
Empezaré creando fantasmas futuros que peguen en mi frente un espejo
Pues tengo la voluntad para dejar en silencio al suspiro
Pueden irse bien lejos, todo lo que quieran
Cada viaje retrospectivo camina con correa detrás mío
Aunque mutilen con su compañía mis mañanas, la tarde o la noche estarán al resguardo
Si su tarea es vivir en los engranajes cerebrales, bien por ustedes
Sanguinarios de almohadas dulces, los sueños podrán hacerlos pesadillas
Pero nunca obtendrán una gota de realidad
Y si alimentan con penas y miedos su estadía en mis pensamientos, sosténganse
Porque no toleraré a viejos amargos como ustedes por acá

El Alicurco