Entradas populares

lunes, 25 de enero de 2010

Pieza sin paredes

A veces triste, a veces nada, pocas veces con alegría, pero la mayoría del tiempo parece como si estuviera mirando el techo de la misma pieza.
Casi ninguna cama parece distinta de otra, tampoco las puertas, ni las ventanas, ni los peluches de las piezas, hasta esas pequeñas grietas de los muros se parecen unas de otras.
En realidad pareciera que cada casa se parece una de otra. A primera impresión se ven disitntas, basta con estar unos cinco minutos para darse cuenta de que al final... toda pieza se parece a otra.
No es un defecto, pero tampoco una virtud, es... una simple pieza y ya. Ningún objeto es mejor que otro, mi lámpara también ilumina, todas las lámparas lo hacen. Por eso son lámparas.
A veces la gente parece una pieza, crees que encontraste algo nuevo, como si tuviera algún mueble especial dentro de él. Bueno, ese mueble es tan parecido como cualquier otro. No importa la marca, tampoco si es de algodón, o de cuero, finalmente te encuentras con lo mismo. Un mueble.
No entiendo para que sirve ordenar las piezas, generalmente se desordena cuando la ordenas. Sabemos como es nuestra pieza, ordenarlas es equivalente a desordenarlas. No las ordenamos para nosotros, la ordenamos para la personas, para que cuando llegue la amiga de tu mamá no crea que su amiga tiene un hijo desordenado.
Ninguna madre quiere eso, pero aún así su orden no funciona. Si fuera así encontrarían las llaves de su auto extraviadas en su propia pieza, o encontrarían aquel vestido que usaron una vez para un matrimonio y al momento de llegar el segundo, no está.
Si fuera fácil vivir en una pieza ahogada en ropa, si tan sólo alguien viera distinto el polvo de mi pieza con la de otro. Si todos los días viernes no quedara la ropa sucia del colegio en una silla, y si aprediéramos a no vivir en vacaciones permanentes... probablemente imaginaríamos que no estamos en nuestra propia pieza, y que hay un intruso igual a tí en tu cama.