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martes, 17 de noviembre de 2009

El callejón del gato

Después de descubirir que se lleva toda una vida de historias peregrinas, sin rumbo, sin panorama, sin visita y sin llegada, sólo se plantea de forma sugerente la historia de un gato que murió siendo un gato, sin una, ni cuatro ni nueve vidas, sólo es la muerte de un pobre gato.
Sugiere una vida de caminos con finales distintos, tal vez parecida a alguna muerte felina, o quizá a la de un tercer piso. Los que miran y no miran para cruzar la calle, los que duermen y no duermen en cajas, los que rompen cartones y los que encuentran un paquete de papas fritas saladas con restos de fritura esparcidas por basura.
O un viejo del saco, tal vez un saco de comida para gatos, o un gato en el saco para comer, o quizá un saco con gatos muertos y comida rancia para enterrar.
Qué peregrina se ve la vida desde los ojos de un gato, que dócil se nota un viejo apoyando su cabeza en una banca verde gastado, que ágil se ven los movimientos felinos en la noche, y que poco se notan los sueños de un gato en un día de callejones.
No se nota la diferencia entre las palamas de un niño con la panza de un gato gordo, no se notan tonos distintos en su sangre. Se parecen en harto lo que no se parece y parece ser que nadie supiera.
Porque final hay y sus nueve finales valen lo mismo que el primero. Ahora mismo se encuentran contra el suelo unas cuantas colas, y unos cuantos bigotes grises. Se duerme en el día y se acuesta en el sueño, durmiendo en cajas hechas de techo y de botellas de cerveza con aliento a pezón de madre.
Se parecen a los finales sin rumbo, a los finales que parecen ser de día o de día, depende si se es un gato o no.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Mentira Infantil

Miénte de nuevo el niño
Con o sin costras de una tarde de pelota
Con o sin risas y llantos en la entrada del jardín
De mentiras sonrientes, de las que emanan olores a chocolate salado
Recortes de animales y tiranosaurios en el cuaderno dentro una mochila vacía
La llegada a una casa de mentiras, la casa de muñecas
Una plastisina dura con pelos debajo de la cama que espera ser encontrada bajo la sombra de una familia rota.
Pobre niño mentiroso, se ríe en la pieza con la bola de plastisina dura y llora bajo un techo seco que se ríe de él.